jueves, 22 de febrero de 2007

... ni yo creí mis palabras

Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,medio par de zapatos de clown
y un alma en almoneda,una hispano olivetti con caries,
un tren con retraso,un carné del Atleti,
una cara de culo de vaso...
Es jueves, regreso a casa, voy manejando escucho una canción que me hizo recordar un momento muy específico de mi vida, que me permitió darme cuenta de que en el fondo no soy tan hijo de puta como pensaba.
Hace 5 ó 6 años era destrampado de lo pior, un borracho de lo mejor, un prostituto cualquiera, además, desobligado, inconsciente, valemadrista, todo un caso.
Una mujer (la hija del santo) y una canción (la canción más hermosa del mundo - Joaquín Sabina, su favorita); la primera es un encanto, es la neta, es hermosa, inteligente, bella en verdad, quizá o más bien nuestra historia fue corta, pero eso no importó, porque el estar a su lado me marco sobremanera, hizo que cambiará mi forma de pensar y de andar por la vida, solo me arrepiento de no haberme comportado a la altura al inicio de nuestra pequeña historia; la segunda solo escuchénla.
En un principio un cuarto de hotel, ella y yo, alcohol y la noche para nosotros, pensé,
bebida-platica-risas sin cesar, después de un rato el ambiente se puso candente hasta que lanzó su propuesta (aún bombardea mi cabeza y la mantengo fresca día a día):
Hija del santo: Tienes dos opciones A y B...
Yo: Pues vengan...
Hija del santo: Opción A, podemos cogernos hasta el cansancio y hacer lo que nuestra asquerosa mente nos permita, pero después, olvidate de verme y cruzar palabra conmigo, solo será una aventura y nada más
Yo : ... risita nerviosilla... risas
(comenzó a volar cabronamente mi mente, todo estaba relacionado con sexo, sexo, sexo...)
Hija del santo: Opción B, solo nuestros besos, apapachos y caricias durante la noche, al final, la amistad perdurará y seguirá, ¿qué opción eliges?
Yo : Gulp, gulp, y más gulp
(tome la decisión, he de ser sincero, de momento ni yo creí mis palabras)
...
...
"Seguimos en contacto,
a veces por teléfono,
otras por mail,
siempre con cariño,
mucho cariño,
merece mi respeto,
la quiero y ella me quiere (me lo ha dicho),
- que buena decisión tomé, ella no sabe el efecto que hubo en mí -"
... yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

2 comentarios:

Aline Suárez del Real dijo...

Raro, pero esa historia me hace sentir encabronadamente celosa.
En fin q bueno q te paso para q colmprobaras q hay cosas equiparables o mejores q el sexo.

Pobre de ti si no buscas hacer algo importante con lo creativo o literario. Escribes chido.

Quetzalli soy yo dijo...

Al final, ¿con qué te quedaste?