Crónica de un mal día...

... mis manos estaban ensangrentadas, tripas corazón y buche entre mis dedos (escena similar a los sacrificios Aztecas, eran los JEFES de JEFES) estaba suplicando piedad para ya no padecer más dolor, lo único que pude hacer fue soltarla y patearle la cara de puro enojo, cerré y abrí de nuevo mis ojos, me vi sujetando fuertemente la cabeza de un cabrón, la sangre escurría de mi boca y en el interior un pedazo amplio de cartílago con vellos, le mordí la oreja y de un tajo le arranque gran parte (Bendito seas Myke Tyson), él, se retorcía y gritaba de dolor, nunca lo solté, gozaba el dolor que le provocaba, cierro y abro de nuevo, manejo de manera tranquila un imbécil me da el cerrón, lo mando a la mierda, me regresa la cortesía, se para, me paro, nos bajamos, me dirijo a la cajuela del vehículo, saco mi bat (Día de furia, un gran ejemplo a seguir, podemos practicarlo a diario) con clavos y me dirijo hacia él con furia y le acomodo dos madrazos certeros y macizos, cae al suelo, no quedo conforme, le vuelvo a pegar, un golpe tras otro, veo como su rostro y su cabeza se deforman, lo estoy gozando...

... abro y cierro,

abro y cierro,

abro y cierro,

maldita sea solo fue un puto pensamiento,

algo fugazzzz,

P U T A M A D R E

... NO ME PROVOQUEN NO SOY YO CUANDO ME ENCABRONO